La cadena es un componente muy exigido ya que se encarga de transmitir la fuerza que hacen nuestro pies sobre los pedales hacia la rueda. Por eso es fundamental que esté siempre limpia y lubricada, así funcionará correctamente y podremos alargar su vida útil. La suciedad y la falta de lubricación funcionan como un abrasivo que deteriora aceleradamente este componente y sus hermanos (piñón, platos), produciendo un posible corte de cadena.
A la hora de lubricar la cadena, es importante elegir correctamente qué tipo de lubricante usar:
?Si vamos a transitar senderos polvorientos debemos usar uno para terrenos secos. Éste genera una fina lámina lubricante que otorga muy poca adherencia del polvo.
?Si en cambio vamos a transitar por caminos de barro, ciudad o ruta, optaremos por un lubricante para condiciones húmedas, que genera una película de gran poder lubricante y buena resistencia al agua.
Un lubricante para condiciones húmedas en caminos polvorientos funcionará como un imán para el polvo. En cambio, un lubricante para condiciones secas en la ciudad otorgará buena lubricación pero tendremos que relubricar más seguido.
¡Y no lubriques sin antes limpiar la transmisión! El lubricante y la mugre harán una pasta abrasiva que terminará por deteriorar la transmisión antes de tiempo.